Según datos del Gobierno a los que tuvo acceso Servimedia, en el Archivo General de la Guerra Civil hay constancia de devoluciones de documentos, fundamentalmente desde 1938 hasta 1948, aunque después se han realizado también "entregas de forma esporádica".

Las devoluciones se han realizado en ocasiones a instancia de parte, y otras veces a instancia de la Delegación Nacional de Servicios Documentales.

En la relación elaborada por Cultura justo antes de que se devuelvan a Cataluña los legajos incautados durante la guerra civil, figuran numerosos ayuntamientos y asociaciones de todo tipo, y también ciudadanos particulares que reclamaron sus expedientes.

Ese último es el caso de un "acta de confiscación a Ramón Viñas Pon, significado masón" o del "expediente de incautación de valores y joyas de Rafael Paxot Jubert, separatista desafecto".

Constan también devoluciones de documentos a la marquesa de Salvatierra, al conde de Finat, al párroco del municipio alavés de Llodio, y una devolución de muebles a un comandante retirado.

El Archivo devolvió también un matasellos a la administración de Correos de Gijón, medicamentos e instrumental médico al Hospital Hospital Provincial de Castellón, y el fichero provincial de maestros a la Inspección de Primera Enseñanza de Castellón.

Entre las entidades a las que se ha devuelto documentación están también los ayuntamientos de Bilbao, Don Benito, Santa Coloma de Gramanet o Bermeo, y las Diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa.

También hay entidades privadas, como el Banco de Vizcaya, el de Bilbao, el Urquijo Vascongado, y la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Valencia.