En una breve declaración pública en la sede del PP de Galicia, tras la que no aceptó ningún tipo de pregunta, Palmou calificó la remodelación del Ejecutivo regional de "reajuste previsto y necesario". La mera posibilidad de adelantar los comicios, previstos para otoño de 2005, es una muestra de la "demagogia" y la "falta de seriedad a la que nos tiene acostumbraos el señor Touriño".

"El señor Fraga es el presidente de la Xunta y lo será durante los próximos tres años. No está abierta en este momento la sucesión de Fraga y, por lo tanto, toda especulación que se haga en estos momentos carece de total fundamento", dijo.

El "número dos" del PP de Galicia dijo que la dimisión de Cuiña no se produjo por "ningún tipo de injerencia" de la dirección nacional, ya que el PP de Galicia desarrolla sus trabajos "con total y absoluta autonomía".

Asimismo, quiso ejar "perfectamente claro" que la dimisión de Cuiña no supone "ningún quiebro" en la línea galleguista de compromiso con Galicia que "mantuvo, mantiene y mantendrá" el Partido Popular en esta comunidad.

Palmou aseguró que no existe ninguna crisis interna en la formación y subrayó la "unidad" de todos los militantes en torno a Manuel Fraga. Según dijo, quienes deben mirar hacia sus propios partidos son los líderes del PSdG y del BNG, Emilio Pérez Touriño y Xosé Manuel Beiras, porque ellos tienen "más poblemas" que el PP.