Desde el momento en que se destapó el escándalo, a finales del pasado año, tanto el portavoz del grupo popular, Víctor Vázquez Portomeñe, como el propio Cuiña, responsabilizaron de las obras supuestamente ilegales al cura de Tamaguelos, Verín (Orense), Felisindo Rodríguez.

Rodríguez es un personaje controvertido y vinculado al PP que ya compareció en la comisión y que declaró haber sido quien ordenó la realización de obras que no fueron adjudicadas previamente.

Sin embargo Amable Bario Veiga, antiguo alcalde pedáneo de de Veiga de Nostre, Castrelo de Val (Orense) uno los núcleos que se beneficiaron de las pequeñas obras de infraestructuras, aseguró ante la comisión parlamentaria que escuchó personalmente al propio Cuiña autorizar a un representante de la constructora para que iniciara las obras cuando quisiera.

Este testigo comparecerá de nuevo en la comisión, así como un representante de la constructora Hermanos Carrajo, a la que fue adjudicada una de las obras irregulares varis meses después de la realización y a pesar de que su propuesta económica era la más cara de las presentadas.

De las comparecencias realizadas hasta ahora, el PSOE ha extraído la conclusión de que Cuiña Crespo mintió, según apreciación del diputado Agustín Vega, cuando achacó todas las responsabilidades al cura de Tamaguelos, Felisindo Rodríguez.

Por su parte, los diputados del BNG han puesto de relieve la incongruencia de las declaraciones del constructor, quien declaró ante el juez que pensó qu la obra era "cosa de don Felisindo" y que sin embargó se presentó a la licitación realizada por la Xunta, responsable de las infraestructuras mediante un convenio suscrito con la Diputación de Orense.

El Bloque Nacionalista Galego también ha apuntado que desde la institución provincial parecen existir filtraciones de proyectos de obras que son conocidos por particulares meses antes de que salgan a licitación pública.

Mientras tanto, en localidades como Veiga de Nostre se viven momentos de tensió y enfrentamientos vecinales, hasta el punto de que se hace necesaria la presencia permanente de la Guardia Civil. El alcalde de Castrelo de Val (Orense), Raúl Fernández, culpa a Felisindo Rodríguez del conflicto.