Cuevas enumeró entre las lineas de política económica que perjudican a las empresas los altos tipos de interés, la fiscalidad, la fortaleza de la peseta, los costes de la Seguridad Social ylas rigideces del mercado de trabajo.

Con estos condicionantes, afirmó, "abandonar una política de modernización y de promoción de inversiones, renunciar a controlar el déficit público o no evitar la apreciación indebida de la peseta es sencillamente suicida".

Cuevas apuntó la necesidad de que las industrias realicen procesos de concentración que aumenten su tamaño, si quieren salir adelante en el mercado único europeo, así como de mejorar el nivel de formación los trabajadores y directivos, y lacalidad de los productos.

Por otra parte, el presidente de la CEOE afirmó que España "se encuentra bien situada para aprovechar las ventajas del crecimiento de la actividad económica en Europa y en el mundo, en la medida que dicho crecimiento implique un aumento del poder adquisitivo y, por lo tanto, de la demanda de bienes de consumo corriente".