Aunque precisa que la mayoría de las ciudades en las que se están realizando obras han notado un aumento de estos insectos en la vía pública, Madrid "es la que se lleva la peor parte" puesto que las obras de la capital superan, en número y en volumen, a las que se están efectuando en otras ciudades españolas.

De este modo, las empresas de control de plagas madrileñas han visto incrementados sus servicios entre el vecindario que se encuentra en el perímetro de la M-30. En la nota, la patronal destaca que "el mayor riesgo que se corre es que estos insectos y roedores penetren en el interior de las viviendas particulares".

Según explica el presidente de Anecpla, José Manuel González, "las obras son un factor clave para la proliferación de las plagas urbanas, puesto que se destruye su hábitat y éstas tienen que buscar nuevos lugares donde refugiarse".

En este caso, "lo más probable", agrega, "es que estas plagas accedan al interior de las viviendas donde encuentran agua, alimento y calor para sobrevivir".