Nadie de los que acudieron el pasado día 15 al desfile que la casa Chanel ofreció en París previó lo que iba a ocurrir. Todo transcurría tranquilamente hasta que apareció la modelo Claudia Schiffer con un escotado traje diseñado por Karl Lagerfeld.

El vestido llevaba unos brdados en letras árabes que correspondían a unos versos del Corán, dato que el diseñador no supo hasta que el presidente de los ulemas de Indonesia, presente entre el público, se dió por ofendido.

Lagerfeld actuó rápidamente y, tras afirmar que desconocía lo que querían decir los textos árabes, anunció que el traje sería destruido, así como todo lo relacionado con él, desde el diseño hasta las fotos de promoción. Sin embargo, algunos musulmantes integristas ya han decretado un boicot a los productos Canel.