En dclaraciones a Servimedia, Barrero aseguró que "una vez más, Castro ha ofrecido su particular visión sobre el proceso de conquista y colonización de Cuba por España, que es radicalmente falsa y supone una manipulación absoluta de la Historia", recalcó.

Según el presidente de la Cámara Alta, las tesis del presidente cubano están fundamentadas en la interpretación marxista de la Historia "que se basa", explicó, "en la esclavitud, el feudalismo y el mercantilismo".

Tras señalar que las reflexiones deCastro estaban fuera de lugar, Barrero dijo que el máximo dirigente cubano "ha aprovechado la presencia del Papa y un auditorio de muchos millones de españoles entre todo el mundo para lanzar un mitin, dando datos falsos y no reconociendo la verdad de los hechos. No estuvo en absoluto oportuno", reiteró.

En cuanto a la versión de Castro sobre la independencia de Cuba, el presidente del Senado apuntó que la frase de que la isla "luchó sola", también es falsa, puesto que si no llega a ser por la injerenia de Estados Unidos aquella emancipación hubiera sido imposible.

"Pero lógicamente", añadió, "Castro no iba a mencionar el odiado nombre de Estados Unidos como garante de la libertad de su país".

AUSCHWITZ

A su juicio, comparar aquella guerra de los independentistas cubanos contra la metrópoli española a finales del siglo pasado con lo que ocurrió en Auschwitz durante la ocupación alemana de Polonia en la Segunda Guerra Mundial es excesivo. "Es verdad que hubo abusos y muchas bajas de població indígena, pero no tiene ningún tipo de comparación", apostilló.

En relación con el embargo de Estados Unidos a la isla caribeña, Barrero reconoció que, si bien se trata de una situación injusta, "tampoco Castro y su régimen han hecho gran cosa por tratar de llegar a un entendimiento".

El presidente del Senado se refirió también a la relación del Gobierno español con Cuba y mostró su apoyo a los habitantes de La Habana con una significativa frase: "¡Qué gran pueblo si tuviera un gran señor!".

"Las relaciones no son tensas", explicó Barrero, "lo que ocurre es que el Gobierno y los españoles quieren apoyar a una Cuba democrática y no a un sistema dictatorial", concluyó.