Sánchez indicó a la Ser que la visita de Juan Pablo II, pese a su carácter pstoral, no puede quedar al margen de repercusiones políticas y que "sería torpe por parte de las autoridades cubanas que tras esta experiencia que se va a vivir en público, la Iglesia cubana siguiera con las dificultades que actualmente encuentra en su labor evangelizadora".

En relación a los posibles cambios que puede provocar la visita del Papa a Cuba, el secretario de la CEE dijo que "el cambio ha de ser natural y sin precipitaciones para que el país pueda desarrollar un diálogo interno y hacia el xterior mucho más fluido".

José Sánchez incidió en la relación que une a Cuba con España y no cree que la masiva presencia de obispos en la isla suponga ninguna dificultad para las autoridades cubanas, "pues han sido ellos quienes nos han invitado personalmente y allí se tiene en muy alta estima a todo lo que significa España".

En cuanto al nombramiento del arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, como cardenal, Sánchez expresó "la inmensa alegría que produce el nombramiento de Rouco Varea como cardenal en todos los estamentos eclesiásticos españoles y la demostración del peso específico con que cuenta la Iglesia española".