A la comida asistió la embajadora de Cuba, Rosario Navas, quien se situó en un lugar preferente de la mesa, muy cercano a la posición que ocupaba el ministro Matutes.

Sin embargo, entre los temas tratados en la reunión no surgió el de las espinosas relaciones entre el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el presidente cubano, Fidel Castro, que se han visto agravadas con la etirada del "plácet" al embajador español por parte de La Habana.

Los embajadores habían decidido hace poco más de un mes ofrecer un almuerzo en honor del ministro Matutes, con quien todavía no habían tenido oportunidad de celebrar un encuentro de estas características desde que accedió al cargo.

De acuerdo con las mencionadas fuentes, el objetivo de la comida era intercambiar impresiones sobre las conclusiones de la reciente Cumbre Iberoamericana celebrada en Santiago de Chile.

La reunión s desarrolló en un clima de cordialidad y entendimiento, hasta el punto de que los embajadores salieron muy satisfechos y acordaron repetir este tipo de citas cada vez que se celebre una cumbre iberoamericana.

Otros temas abordados por los representantes de las diplomacias de los países sudamericanos fueron la construcción europea y distintos aspectos relacionados con la Conferencia del Mediterráneo que tuvo lugar en Barcelona.