CUBA. EL GOBIERNO NO PIENSA RESPONDER INMEDIATAMENTE AL "GESTO" INAMISTOSO DEL GOBIERNO CUBANO
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El Gobierno español no piensa responder de inmediato al "gesto" inamistoso del Gobierno cubano de retirar el plácet al embajador José Coderch. Cuando el embajador en funciones, Eduardo Miralpeix, abandone el cargo -estaba previsto a finales de este mes-, se hará cargo de la Embajada el actual encargado de negocios.
El Ejecutivo de José María Aznar dejará pasar tiempo. El ministro español de Exteriores, Abel Matutes, ha explicado en rueda de prena que el Gobierno quiere reaccionar con "frialdad y moderación" porque no está interesado en la estrategia de la "escalada de tensión". No obstante, mantiene "todas las opciones abiertas".
Matutes ha hecho estas declaraciones tras permanecer reunido durante toda la mañana con el secretario de Estado, Fernando Villalonga, el director general para Iberoamérica, el director de la OID, Inocencio Arias, y el embajador José Coderch, estudiando la estrategia a seguir.
Posteriormente el ministro ha compaecido ante los medios de comunicación arropado por todos ellos y con ánimo de `enfriar la crisis. "Yo no creo que se pueda hablar de crisis", explicó el ministro, recordando que ha habido otras mayores como el asalto en 1990 de la Embajada española en La Habana.
Matutes no ha querido desvelar qué represalias adoptará el Gobierno, si las toma. "Si vamos a hacer algo, seguro que no va a ser precipitado", ha respondido al ser preguntado si se va a llamar a la embajadora cubana.
Para el titular de Exeriores, son "sorprendentes" los argumentos que ha ofrecido el Gobierno cubano en la nota verbal transmitida esta mañana (madrugada en La Habana) al embajador en funciones, "poco antes" de que se hiciera pública en el diario Gramma.
DECLARACIONES "IMPECABLES"
A su juicio, lo dicho por Coderch al diario ABC, que la Embajada española estaría abierta a la oposición, son unas declaraciones "impecables" y propias de un demócrata. "¿Qué otra cosa puede decir, a preguntas de un periodista, un embajador demcrata español?", se ha preguntado el ministro.
El ministro ha negado que los `gestos de Aznar hacia Fidel Castro en las dos últimas semanas hayan sido el detonante de esta situación. "Sinceramente, creo que no ha habido un problema ede formas. El señor Aznar tuvo una conversación en términos amistosos, incluso irónicos, con el presidente Castro, y desde luego el Gobierno español no ha iniciado ninguna espiral de enfrentamiento".
Preguntado si el Gobierno español había calculado el riesgo de esta risis al `endurecer su política, Abel Matutes ha respondido que siempre se corren riesgos "cuando se inicia un proceso de reformas".
"El gran problema es que el régimen cubano está agotado (...) Ya estamos un poco acostumbrados a la estrategia de intentar subir la tensión. Es un recurso que utilizan algunos políticos para desviar la atención de problemas internos", ha concluido.
(SERVIMEDIA)
26 Nov 1996
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