Además de Sol Meliá, la empresa hotelera que fue sancionada la semana pasada po el Gobierno estadounidense; los grupos Rius, Guitart, Tryp e Iberostas, que tiene una mayor implantación en la isla confirmaron a Servimedia que tienen intención de mantener su estrategia comercial en Cuba a pesar de las amenazas norteamericanas.

Los portavoces de estas cadenas no tienen intención de modificar sus proyectos de inversión en la isla y además dudan que Estados Unidos disponga de instrumentos legales para sancional a empresas de tercersos países.

En concreto confían en que un "plant" acordado por los quince países miembros de la Unión Europea pueda disuadir a la Administración norteamericana de su intención de sancionar a empresas ajenas a sunacionalidad.

Ninguno de los grupos hoteleros españoles quiere hacer una interpretación política del conflicto surgido entre Cuba y Estados Unidos, por entender que se trata de un problema bilateral que no debería afecta a los intereses económicos de las empresas radicadas allí.

En algunos casos, como el de los cinco hoteles que regent Tryp no concurren las condiciones establecidas por la Ley Helms-Burton para ser represaliadas, es decir, las construcciones no se encuentran en terrenos o edificios expropiados a sus antiguos dueños durante la revolución.

Representantes de distintos grupos hoteleros, turoperadores y de la compañía aérea, Air Euorpa, que tiene establecido un contratao con el Gobeirno cubano para el transporte de turistas a ese país, tienen previsto mantener próximamente una reunión con el embajador de Estados Unidos e España, con quién ya se han entrevistado anteriormente.

Por su parte, los directivos de Tabacalera, que tiene sólo una relación comercial con Cuba, mostraton su confianza en poder continuar sus intercambios comerciales con la isla. La empresa pública española distribuye en nuestro país los puros Habanos y compra en Cuba diversas clases de tabaco en rama.

LOS BANCOS

Los tres bancos españoles con presencia en la isla a través de sendas oficinas de representación, Banco Exterior, BBV y BCH, no cren que las medidas anunciadas por Estados Unidos les afecten puesto que su presencia allí no les permite realizar directamente operaciones financieras o comerciales, y su actividad se limita a un seguimiento próximo de la evolución de la economía y la situación general cubana.

Las inversiones españolas en Cuba a lo largo de 1995 alcanzaron 526 millones de pesetas, tras dos años sin registrar ningún tipo de intervención en ese país, según datos de Transacciones Exteriores.

En 1992, las inversionesdirectas de empresarios españoles en empresas en ese país fueron de 754 millones, mientras que en los últimos cuatro años tan sólo se registró una inversión realizada en España desde Cuba por la insignificante cantidad de 4 millones de pesetas.