MURCIA

CUATRO NIÑOS MUTILADOS POR BOMBAS DE RACIMO VIAJAN A ESPAÑA PARA PEDIR EL RECHAZO A ESTAS ARMAS

MADRID
SERVIMEDIA

Cuatro niños camboyanos víctimas de las bombas de racimo y minas antipersona han viajado a Madrid para dar testimonio de su experiencia y reclamar al Gobierno español un respaldo "sin fisuras" al Tratado Internacional que prohíbe estas armas.

Según informaron hoy Greenpeace y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), estos pequeños vendrán acompañados de Kike Figaredo, obispo español que lleva más de 20 años trabajando en Camboya con supervivientes de las bombas de racimo y las minas antipersona.

Estas organizaciones recordaron que las bombas de racimo son "letales" especialmente para las poblaciones civiles en zonas de conflicto.

Al contener en su interior decenas o cientos de submuniciones que se dispersan cuando la bomba se abre en el aire, afectan a grandes extensiones de territorio "sin distinguir entre blancos civiles y militares".

Además, alertan de que no sólo afectan a la población durante los bombardeos, sino "mucho tiempo después de que el conflicto haya terminado", debido a que entre un 5% y un 30% de esas submuniciones no estallan y quedan esparcidas en carreteras, campos de cultivo, aldeas y núcleos urbanos, "actuando como minas antipersona durante largos años y dificultando el desarrollo y la recuperación socioeconómica".

Por ello, Greenpeace y CEAR reclaman al Gobierno español que dé el "máximo respaldo" al Tratado Internacional de prohibición de las bombas de racimo en la próxima reunión de Viena que se celebrará del 5 al 7 de diciembre.

(SERVIMEDIA)
03 Dic 2007
I