La heroína llegaba a España por la ruta de los Balcanes y también a través de países como Holanda o Alemania. Los traficantes empleaban vehículos todo-terreno especialmente acondicionados.

A los pocos días de montarse e dispositivo policial de vigilancia, fueron detenidos un español, Luis P.R., que se dedicaba a contactar con los receptores de la droga, y el ciudadano turco Munzur A., encargado de introducir la droga en España.

Días después fueron detenidos José Ramón A.C. y Carlos Augusto F., cuando realizaban una transacción de heroína, interviniéndoseles diez kilos de droga y más de cuatro millones de pesetas.