Según indicaron miembros de la tripulación, el avión cogió una turbulencia no detectada en los radares, lo que provocó una caída brusca de 300 pies cuando volaba a 15.000 metros de altura, lo que provocó contusiones entre el pasaje, que acababa de cenar.

Los heridos fueron ingresados en diferentes centros hospitalarios de la isla, aunque la myoría sólo tenían pequeños golpes de los que fueron atendidos y dados de alta.

El avión hacía el trayecto Caracas-Roma cuando, a dos horas del archipiélago canario, se produjo dicho accidente. El piloto decidió entonces tomar tierra en el aeropuerto grancanario en situación de emergencia.

Tanto la tripulación como el pasaje del avión partió este mediodía en el mismo aparato hacia su destino inicial, Roma, con la mayoría del pasaje. Tan sólo cuatro personas continúan ingresadas en hospitales de laisla, aunque sus heridas revisten poca consideración.