EL CSN NO DESCARTA QUE HAYA RIESGO RADIOLÓGICO DERIVADO DEL ESCAPE RADIACTIVO DE ASCÓ
- En una nota remitida a Greenpeace
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El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) no descarta que exista riesgo radiológico derivado del escape radiactivo de la central nuclear de Ascó-1, según señala este organismo en una nota que ayer envió a Greenpeace y de la que hoy informó la organización ecologista en un comunicado.
Greenpeace cree que hay un "muy significativo cambio de actitud" en el CSN, "ya que desde el primer momento (tras hacer pública esta asociación la existencia del escape el pasado 5 de abril), el Consejo ha estado afirmando reiteradamente, de forma acientífica y totalmente falta de rigor, que descartaba riesgo radiológico en Tarragona".
El CSN reconoce en su escrito de ayer a Greenpeace que la comparación de la radiactividad de la fuente emitida en este escape (distribuida en cientos de partículas) con los límites de dosis reglamentarios por exposición (ingestión e inhalación) para trabajadores y para miembros de público es una labor analítica muy compleja, que requiere "utilizar modelos de exposición altamente sofisticados y la correcta parametrización y el estudio exhaustivo de múltiples variables radiológicas, físico-químicas y biológicas".
El consejo de seguridad le explica a Greenpeace que actualmente "está analizando los escenarios potenciales de exposición (a la radiación), teniendo en cuenta el riesgo asociado a cada uno de ellos, como su posibilidad de ocurrencia".
Greenpeace ha venido exigiendo al CSN que estudie de forma científica el potencial impacto radiológico sobre la población que haya podido tener el escape radiactivo provocado por la central nuclear de Ascó el 29 de noviembre de 2007 , a pesar de las dificultades que al respecto entraña el que hayan pasado ya cinco meses desde que ocurriera el suceso.
A juicio de Greenpeace, el CSN debe proporcionar el dato de la radiactividad total que se ha liberado en el accidente, así como aportar un inventario detallado con los valores de radiactividad de cada una de las partículas detectadas hasta el momento y aclarar el protocolo que se sigue para los exámenes radiológicos al público.
Greenpeace recuerda que el CSN todavía no ha hecho pública la información precisa sobre la metodología aplicada en las mediciones radiológicas a las que ha sometido o se propone someter a la población expuesta al escape.
Para que se conozca la validez del procedimiento empleado por el CSN, Greenpeace exige que éste aclare los criterios que aplica: el tipo de detector utilizado, el grado de sensibilidad o nivel de detección que aplica (que es muy superior para los trabajadores de instalaciones nucleares que para los ciudadanos en general), el tipo de radiación medida, el tiempo de medición o la reiteración de las pruebas.
Greenpeace ve necesario saber si a los no trabajadores (por ejemplo, a los escolares que visitaron la central tras el escape, a los proveedores y a los vecinos de los pueblos del entorno) se les ha aplicado los mismos criterios que a los trabajadores, que legalmente pueden recibir entre 20 y 100 veces más dosis de radiación que el público.
A fecha de hoy, el CSN reconoce ya una cifra 750 veces más alta de radiactividad (176,78 MBq) que la inicialmente reconocida y publicada (235.000 Bq), cifra que utilizó al principio para afirmar que no existía riesgo radiológico derivado del escape.
Esa cantidad de radiactividad se refiere sólo a los varios cientos de partículas hasta ahora encontrados (dentro y fuera del emplazamiento de la central nuclear), pero está lejos de ser la cifra total de la fuente de radiactividad que se liberó, explica el comunicado de Greenpeace.
"La respuesta del CSN a la primera de las tres peticiones de información enviadas por Greenpeace a este organismo sobre el escape radiactivo de Ascó deja en evidencia la irresponsable actuación de la central nuclear de Ascó en este suceso. Ascó ocultó al propio CSN la existencia de un problema de contaminación radiactiva del sistema de ventilación de la central; alteró y manipuló 'ex profeso' el funcionamiento de los monitores de radiación del sistema de ventilación de emergencia" y "actuó de forma negligente provocando que se produjera el escape de radiactividad al medio ambiente.
Carlos Bravo, portavoz de Greenpeace en temas de energía nuclear, sostiene que con la información ahora aportada por el CSN, "queda demostrado con absoluta claridad que la central nuclear de Ascó ha expuesto a la población y al medio ambiente a un riesgo radiológico innecesario e indebido". En su opinión, la actuación de los responsables de la central nuclear de Ascó puede calificarse de "delictiva".
Greenpeace aportará esta nueva documentación oficial del CSN a la Fiscalía de Tarragona, que ya ha iniciado diligencias penales al respecto de este escape, y afirma que seguirá trabajando para lograr que se depuren responsabilidades en este accidente y evitar que éste quede impune.
(SERVIMEDIA)
15 Mayo 2008
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