El CSIF manifiesta su oposión a "toda medida que implique la coartación de la libertad de prescripción facultativa", en relación con la reducción del 10 por ciento de las recetas facturadas que se quiere imponer a los médicos.

Igualmente, rechazan la "política economicista y tercermundista de volver a prescribir fármacos genéricos, ya que está demostrado que la actividad farmaológica difiere de unos a otros, aún cuando teóricamente su composición cuantitativa y cualitativa sea idéntica".

Respecto "al visado" o la "venia administrativa de determinados fármacos", es también rechazada por el CSIF, que la considera "una calificación de incompetencia profesional a los facultativos que los prescriben y una lamentable intromisión".

Sobre la rebaja de las retribuciones de los facultativos en su complemento de atención continuada (guardias), el CSIF se opone a lo que opina es utilizar una mano de obra más barata".

Unicamente aplauden la "decisión de acometer la reducción de las listas de espera, rentabilizando los recursos propios y ajenos del Insalud y contando con la colaboración retribuida de los profesionales".