En declaraciones a Servimedia, Verónica Fuentes, investigadora de este instituto, explicó que el programa cuenta con la colaboración de la Agencia Catalana del Agua, que ha aportado datos desde el año 2000 sobre observaciones de estos animales en la costa.

El objetivo del CSIC es poder elaborar un modelo que mida parámetros como la velocidad y dirección del viento y permita evaluar la posibilidad de que entren bancos de medusas a las playas.

En caso de desarrollar adecuadamente el programa, todavía "faltaría una pieza importante del rompecabezas": "seríamos capaces de evaluar la posibilidad de que lleguen a las playas, pero siempre que haya medusas mar adentro; saber si las hay o no es aún imposible, depende de factores desconocidos", señaló esta investigadora.

En este momento, las playas catalanas y de Baleares (de cuyos datos dispone el Instituto de Ciencias del Mar) han sufrido la llegada de "bastantes" medusas.

No obstante, Fuentes subrayó que las abundantes lluvias registradas "tardíamente" la pasada primavera han contribuido a que la visita de estos animales a las playas se haya retrasado casi un mes respecto a otros años.

Esto se debe, según explicó, a que la descarga de las aguas de lluvia a la costa formó un frente de aguas de distinta salinidad y temperatura frente a las playas, dando lugar a una "barrera física" que ha tardado en diluirse y dificultaba a los bancos de medusas acercarse a los bañistas.