Medioambiente
El CSIC lidera un estudio sobre los métodos de vigilancia y gestión de mosquitos utilizados en arrozales
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Un equipo científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), organismo dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (Miciu), anunció este jueves la coordinación de un estudio de los métodos de vigilancia y gestión de mosquitos utilizados en las principales zonas de cultivo de arroz en Europa.
El CSIC informó en un comunicado sobre “la necesidad de gestionar de manera eficaz” las poblaciones de mosquitos asociadas a los cultivos de arroz que, cobró urgencia y especial relevancia en este año 2024 en España, donde un nuevo brote del virus del Nilo Occidental “afectó a zonas de Andalucía occidental y Extremadura”. Tal como sucedió durante el brote de 2020, los casos iniciales se “concentraron en los municipios más cercanos a las zonas de cultivo de arroz” y se extendieron con el tiempo a localidades más alejadas.
Para gestionar las abundantes poblaciones de mosquitos en los arrozales, la mayoría de las regiones optaron por medidas sostenibles, como son el empleo de control biológico mediante Bacillus thuringiensis israelensis (Bti), un larvicida que combate los estadios inmaduros de mosquitos “sin perjudicar al medio ambiente”.
El investigador del CSIC en la EBD-CSIC Mikel A. González señaló que esta estrategia es “habitual” en las principales zonas arroceras de Europa, como Grecia, el norte de Italia y el Delta del Ebro en España, y subrayó “la necesidad” de “aplicar medidas similares en los arrozales del Bajo Guadalquivir”. Aunque la erradicación de los mosquitos “no es posible”, estas medidas contribuirían a mitigar significativamente sus densidades poblaciones y por ende “reducir el impacto del virus del Nilo en los humanos”, añadió el investigador.
En este estudio se revisó también el tema de “quién debe asumir los costos de la vigilancia, la gestión y los tratamientos”. En Europa, las estrategias varían significativamente entre las regiones productoras de arroz y abarcan desde “programas centralizados financiados por el gobierno” hasta “intervenciones locales apoyadas por entidades públicas y ejecutadas por empresas”, ya sean públicas o privadas. Este enfoque diverso refleja “las diferentes realidades económicas y organizativas” de cada región, lo que plantea “desafíos en la coordinación y la equidad en la implementación de estas medidas”.
La interrelación entre la productividad agrícola y la salud pública destaca “la necesidad de enfoques integrales en el cultivo de arroz” y el “control de mosquitos”. Un enfoque ‘One Health’, que incluye a agricultores, operadores de control de vectores, profesionales de salud pública y la comunidad científica, señalaron los investigadores, es “fundamental” para optimizar prácticas agrícolas, aplicar intervenciones sostenibles y desarrollar nuevas estrategias, asegurando tanto “la seguridad alimentaria como la salud de la población”.
(SERVIMEDIA)
17 Oct 2024
RIM/gja/pai