Según la federación de Prisiones de la central sindical, a primeros de mes de octubre de 2002, el número de internos en las prisiones españolas asciendeun total de 51.581, lo que supone un incremento en lo que va de año de 4.015 internos.

La población reclusa media durante el año 1999 fue de 44.200 internos, siendo superior en 1.500 con respecto a la de 1998. En el año 2000 la media de presos fue de 45.313, lo que supuso un leve incremento de 1.100 presos. Sin embargo, desde enero de 2001, fecha en la que había 45.451 reclusos, se ha producido un incremento importante, finalizando el año con 47.560, lo que supuso 2.109 internos más desde el 1 de eneo.

Para CSI-CSIF Prisiones este incremento de presos en los últimos años "ha provocado el colapso" en los centros penitenciarios, ya que la capacidad de los mismos "no admite más internos, tanto por la falta de centros como por la falta de personal penitenciario que pueda atenderlos".

De esta manera la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, según el sindicato, "lo único que hace es masificar los módulos existentes" incorporando los nuevos reclusos a los departamentos ya existentes.

Según sus datos, las prisiones tipo tienen una capacidad reconocida por el Gobierno de 1.008 plazas, sin embargo "la mayoría de estos centros alberga a un 25% o 50% más de su capacidad".

Asimismo, el sindicato califica de "bindis al sol" el anuncio realizado por el Gobierno de la construcción de 4 nuevos centros penitenciarios, ya que "no hay ninguna confirmación oficial ni presupuesto".