El CES acoge muy favorablemente los fondos destinados al desarrollo del tejido productivo, a fin de crear empleo, así como los detinados a la sociedad del conocimiento. No obstante, solicita una mejor coordinación de los servicios públicos de empleo.

También considera positivo que el medio ambiente se aborde como un elemento prioritario y una condición necesaria para alcanzar una reconversión económica y social sostenible. Desde este punto de vista, es acertado considerar al entorno como una oportunidad, y no como una traba para el desarrollo.

El CES demanda al Gobierno una plena participación de los agentes sociales e la elaboración de estos planes. Para esto se debería crear un comité de coordinación en el que participen el Estado y las organizaciones sociales y económicas más representativas.

El Plan 2000-2006 supone una inversión de 933.000 millones de pesetas en los próximos siete años, que se repartirán en las zonas objetivo 2 de las comunidades autónomas de Aragón, Baleares, Cataluña, Madrid, Navarra, La Rioja y el País Vasco que suponen, en conjunto, el 22,2% de la población española.