Mestre dice que "el daño que se ha causado a Cruz Roja y a mí misma considero que no guarda relación con la realidad de los hechos" y afirma que ha prentendido ser transparente sobre las operaciones realizadas n Cruz Roja, "aunque he podido comprobar lo estéril de mis esfuerzos, cuando lo que se trataba era de enfrentarse a un proceso de intenciones basado en medias verdades y en juicios de valor que perseguían objetivos muy distintos a los que debe buscar una institución humanitaria".

En el comunicado, rechaza "las duras acusaciones que intereses ajenos a Cruz Roja Española han arrojado sobre la gestión del organismo, que he tenido el honor de presidir" y defiende, por el contrario, que desde su llegada alcargo, en 1990, ha conseguido una estructura en Cruz Roja "mucho más saneada y operativa", desarrollando una gestión "de transparencia y equilibrio financiero", y durante la cual se han celebrado las primeras eleciones generales internas.

Dice que desde 1990 se han realizado auditorías en Cruz Roja, cuyas cuentas anuales han sido aprobadas por unanimidad por los Comités Nacionales y "las excepciones, salvedades o incertidumbres que las auditorías expresan se derivan de las dificultades de introducir e una organización voluntaria y con más de 800 asambleas principios contables adaptados a la norma vigente".

Mestre añade que las "auditorías han permitido aflorar y cuantificar las pérdidas que se venían arrastrando históricamente, así como las fuertes deudas concentradas de forma principal en los centros hospitalarios. La disminución de las pérdidas ha sido una tónica general de los últimos años".

Igualmente, explica que su estrategia de gestión ha estado basada en "ofrecer ayudas y servicios detanto valor y calidad como la mejor organización empresarial".

POLITIZACION

Respecto a las acusaciones de politización de la institución dice que "es mi análisis que la sociedad española y, muy especialmente, determinados estamentos, perciben nuestra institución como un brazo del Gobierno o, lo que es lo mismo, como sujeta a poderes de los partidos políticos que gobiernan en los distintos ámbitos".

"Esta percepción impide a algunas personas aproximarse más confiadamente a Cruz Roja que es, y dee ser, sólo un camino eficaz para ejercer la solidaridad con los que sufren", subraya.

"Esta acusación de politización ha afectado a los resultados de trabajo que he realizado como presidenta. Presiones y juicios con fines ajenos a la actividad que debo de llevar adelante hacen que considere difícil lograr una eficacia completa de mi actuación", añade.

El comunicado concluye pidiendo perdón "a quiénes haya causado dolor y, a todos, por los errores que he cometido en mi etapa al frente de Cruz Roj Española".