Geleta afirmó, a través de un comunicado, que la FICR y sus entidades nacionales "no escatimarán recursos para hacer frente a esta amenaza".

Por ejemplo, la Cruz Roja Mexicana ya puesto a sus sucursales locales en máxima alerta y trabaja en colaboración con las autoridades para evitar la propagación de la enfermedad.

Destacó que la FICR cuenta con una base sólida para actuar en este tipo de alertas y tiene capacidad para movilizar rápidamente a voluntarios formados en las comunidades en situación de riesgo.

Por su parte, el jefe de Salud de la FICR en Ginebra (Suiza), Dominique Praplan, afirmó que "en este momento estamos en plena alerta y preparando todas las eventualidades".

"Lo mejor es que se gestionen las epidemias nacionales, lo que disminuiría la probabilidad de una pandemia mundial generalizada. La peor de las hipótesis es que la epidemia se desarrolle en una pandemia grave y potencialmente mortal", añadió.

Para frenar este problema, la FICR trabaja coordinadamente con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos de las Naciones Unidas.