La ONG alerta, asimismo, de que la pobreza y la deserción escolar agravan la vulnerabilidad de muchos millones de niños más, exponiéndolos al abuso y la prostitución.

En este sentido, La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, que celebran hoy el Día del Niño Africano, ha expresado su preocupación por la futura viabilidad de algunos Estados de África meridional si todas las partes interesadas no mancomunan esfuerzos para proteger y apoyar a los niños huérfanos y otros niños vulnerables a causa del VIH y el sida.

"Actualmente, algunas familias están integradas únicamente por niños, y en otros hogares los niños tienen que atender a sus padres que agonizan. Esta situación tan terrible les acongoja emocionalmente por el sufrimiento de ver morir a sus padres", puntualiza, a través de un comunicado, Jennifer Inger, delegada regional de la Federación Internacional que se ocupa de VIH/SIDA en África meridional.

Para tratar de paliar esta situación, los secretarios generales de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja de los 10 países de África meridional han decidido utilizar su red de voluntarios de las comunidades para ir al encuentro de esos niños y ampliar las actividades en curso, lo que incluye prevención, sensibilización, apoyo, y atención en el hogar para aquellos que viven con el VIH.

"TSUNAMI LATENTE"

"Un tsunami latente está arrasando toda una generación y dejando a millones de niños en situación de riesgo. Es imperativo que todas las partes interesadas se unan para apoyar esta causa. Si no hacemos algo hoy, perderemos a los administradores, empresarios, trabajadores y clientes del mañana. Tenemos que empezar a invertir en estos niños desde ya", ha señalado Emma Kundishora de la Cruz Roja de Zimbabwe, quien participó en la presentación de una campaña con el lema "Nuestro niños, nuestro futuro".

Kundishoraañadió que "siendo la organización humanitaria más grande del mundo, nos encontramos en buena posición de dar voz a esos niños y abogar por su derecho a un futuro mejor. Los adultos tenemos el deber moral de cuidar de nuestros niños y ofrecerles una vida mínimamente decente".