La organización informó hoy, a través de una nota de prensa, de que esta fase tiene tres objetivos básicos: continuar con la distribución de bienes fundamentales, poner en marcha labores de desescombro y de limpieza ambiental, y el apoyo a los damnificados, "para que puedan recuperar sus actividades productivas y, con ello, su economía y el refuerzo del alojamiento provisional de miles de personas que se han quedado sin hogar".

Para llevar a cabo este operativo, Cruz Roja Española ha enviado dos Unidades de Respuesta de Emergencias especializadas en Agua y Saneamiento y Distribuciones de Ayuda Humanitaria, así como a expertos en logística y planificación de proyectos.

En total, según la organización, son 10 los delegados de Cruz Roja Española que trabajan en la zona afectada por el seísmo, en coordinación con más de 500 voluntarios de la Cruz Roja Indonesia y otros 100 delegados de la Cruz Roja y la Media Luna Roja de 20 países.