"No descarto, antes de las próximas elecciones autonómicas, una Asamblea del partido para entrar a debatir con profundidad los métodos de funcionamiento interno de UPN y las relaciones de los diferentes órganos. El modelo asambleario era válido cuando UPN contaba con menos afiliados y no tenía obligaciones de Gobierno. Ahora habrá que buscar un sistema más congruente con la realidad", consideró Cruz Alli.

El presidete navarro no quiso adelantar las fórmulas que, a su entender, serían más idóneas para la renovación de UPN, aunque destacó el sistema asambleario "de abajo a arriba", similar al que emplea el PNV.

La crisis abierta en el seno del partido que ejerce el Gobierno de la Comunidad Foral llegó ayer a su punto más grave en la Asamblea de UPN, con la renuncia del vicepresidente Miguel Sanz y, anteriormente, la del candidato a las listas europeas Luis Campoy.

Cruz Alli indicó que las crisis vivida por supartido era "de crecimiento" y que "habrá sido un éxito si sirve para establecer nuevas formas de comportamiento y evitar grupos monolíticos que impongan decisiones a los órganos".

Pese a asegurar que un partido asambleario "se presta a manipulaciones de desinformación" y que en UPN "hemos visto la existencia de grupos sindicados que bloqueaban planteamientos para lograr cotas de poder", el presidente navarro negó que su hasta hace poco "mano derecha", Miguel Sanz, fuera artífice o cabeza de uno de esos grupos.

A lo largo de una rueda de prensa, Cruz Alli tuvo palabras jocosas, al afirmar que nadie en su partido quiere su cabeza porque ni siquiera "tiene atributos que sirvan para decorar". Sobre una hipotética dimisión, afirmó: "Tengo previstas todas las posibilidades siempre y hace años aprendí que, en caso de duda, la más pistonuda".