Ferrera aseguró que la polémica de días atrás de los crucifijos o la suscitada con la nueva asignatura de Religión y su alternativa le hacen sospechar que la uerra entre enseñanza pública y privada está derivando hacia una "confrontación" entre escuela laica y confesional.

"Si los inmigrantes aceptan el modelo educativo que nosotros ofertamos, no habrá ningún problema, pero esto no siempre es así", señaló el presidente de EyG, "y las reglas de juego están claras".

Durante la presentación del próximo congreso de la patronal, que se celebrará la próxima semana en Madrid, Ferrera se quejó de que el Gobierno ha mejorado la legislación edcuativa con la Leyde Calidad, pero ha pecado de "miedo" a proporcionar un mejor trato a la escuela privada.

Puso como ejemplo el hecho de que el presidente del tribunal organizador de la prueba de Reválida tenga que ser catedrático de un instituto público, "lo que no deja clara la presencia de nuestros profesores".

A la enseñanza concertada tampoco le ha gustado que los directores de sus centros sean elegidos por los consejos escolares y no por la propiedad", "algo que sólo ocurre en Portugal".

EyG también laenta que la subvención que reciben los centros concertados de las Administraciones no cubre el coste real de cada plaza escolar, lo que provoca, como ha dicho Jordi Pujol, que se haga "trampas" y qie el bolsillo de los padres se resienta.

Ferrera pidió al Gobierno que, tras la gratuidad del segundo ciclo de Infantil (3-6 años), haga lo propio con el Bachillerato y la Formación Profesional, para aplicarla en una ulterior etapa al 0 a 3 años.