Los médicos que le atienden, según informó la Cadena Ser, tratan de mantenerle la presión arterial. Su pronóstico es reservado y permanece consciente a la espera de que mañana le realicen las pruebas pertinentes para determinar el alcance de la dolencia.

El pasado viernes por la noche, el marqués se mostró indispuesto cuando se encontraba con el personal de servicio, y a continuación llamóa su familia. Esta es la segunda vez que el yerno de Franco sufre un problema serio por la hipertensión que padece. En la clínica se encuentran su mujer y seis de sus hijos.