El Partido Comunista recalca su apoyo nítido a la "perestroika" y subraya que el proceso de regeneración sociaista de la sociedad soviética exige "la democratización plena y el respeto de los derechos humanos".

El PCE expresa también su convencimiento de que la intervención militar "no es una salida para resolver en un sentido socialista y democrático los gravísimos problemas políticos, sociales y nacionales de la URSS".

"Al contrario", subraya el comunicado, "significaría el bloqueo de cualquier solución y el incremento hasta límites insoportables de los costes sociales y humanos de la propia crisis". El PCE considera que un mayor compromiso por parte de la comunidad internacional con la "perestroika" habría repercutido positivamente en el proceso democratizador del sistema político y social de la URSS.

El comunicado concluye afirmando que el PCE, en coherencia con la posición que históricamente ha mantenido, "condenará todo proceso de involución que impida el desarrollo democrático y socialista de la URSS".