El presidente de la Federación Española de Agencias de Viajes, Jesús Martínez Millán, informó hoy a Servimedia de que este fin de semana el mercado doméstico estará prácticamente lleno, especialmente Baleares y Canarias. La ocupación será también casi total en los hoteles de costa y rurales de la península.

Sin embargo, según Martínez Millán, se está notando "una merma", con relación a cualquier fin de semana de este tipo, en la ocupación para los destinosde media distancia, como París, Londres, Lisboa, Praga, Viena, Estambul, Marrakech o Túnez, como consecuencia de la crisis derivada de los atentados de las Torres Gemelas.

Martínez Millán explicó que, "en otras circunstancias, tendríamos una alta intensidad de ocupación para todos estos destinos", que son los viajes que suelen hacer los españoles cuando disponen de tres o cuatro días libres.

Para el representante de las agencias de viajes, el hecho de que hayan empezado ya los ataques de Estados nidos contra Afganistán está empezando a despejar las incertidumbres que se habían creado tras los atentados sobre las posibles consecuencias de los mismos.

"El hecho de que hayan empezado las acciones es positivo. Será negativo inicialmente, pero cuando esas hostilidades se empiecen a consolidar y se vea que no es la tercera guerra mundial, que son medidas selectivas y bombardeos nocturnos, al final la gente lo asimilará y esa sensación de incertidumbre y miedo irá desapareciendo", dijo.

A su jucio, lógicamente habrá destinos penalizados que no se recuperarán mientras persista esta situación de enfrentamiento, como es todo Oriente Medio. No obstante, indicó que antes de los ataques contra Afganistán, los países de Oriente Medio "ya se habían quedado bajo mínimos" en materia turística.

Indicó que estos países de Oriente Medio no son un destino importante para España, pero apuntó que hay otros países, a los que viajan más los españoles en circunstancias normales, como es Egipto, que están viénose perjudicados injustamente por este conflicto.

Según Martínez Millán, como conclusión se puede decir que "la actividad turística, que no ha desaparecido en ningún momento, está cambiando su comportamiento: hay más viajes dentro del país y en el entorno próximo, y menos viajes de larga distancia y hacia zonas del conflicto".