Romero aseguró que además de responsabilidades políticas, en el asunto del espionaje del CESID existen responsabilidades penales y criminales que deben seguir su curso, con indeendencia de las dimisiones presentadas por el vicepresidente del Ejecutivo y por el ministro de Defensa.

Según el parlamentario de IU, González no quería comparecer mañana en el debate del Congreso "sin traer en el bolsillo las dimisiones aceptadas, como responsabilidad política, de Narcís Serra y de Julián García Vargas".

"Les ha estado empleando como escudos humanos", agregó, "para protegerse hasta el final, hasta que ha tenido que dar la cara en el Congreso de los Diputados y explicar qué ha psado con el escándalo de las escuchas del CESID".

Romero explicó que el jefe del Ejecutivo "lo tenía muy difícil" para seguir dando la misma versión que ofreció Serra en el pleno de la semana pasada y "ha puesto el barro antes de que le picara el tabarro".

Asimismo, indicó que González ha dado una satisfacción a Jordi Pujol, que ha hecho "una especie de pleno al quince" en la reunión clandestina que tuvo hace poco con el presidente del Gobierno en La Moncloa.

A su juicio, una de las exigencis que el presidente catalán planteó en esa reunión fue la dimisión de Serra y García Vargas, mientras que otras exigencias en torno a una serie de leyes también han sido satisfechas, "porque González da a Pujol, en esta fase terminal, lo que vaya pidiendo, con tal de ganar tiempo para intentar agotar la legislatura".