Maragall afirmó ante los micrófonos de Radio Nacional que las dimisiones de Serra y García Vargas son "un mal final para un problema evidente", al mismo tiempo que señaló que "con Serrafuera del Gobierno, queda un Gobierno menos fuerte". El alcalde de la Ciudad Condal añadió que "es difícil prescindir de Serra".

Pasqual Maragall dijo que la relación PSOE-CiU "era algo que se inscribía en la buena tradición de la gobernación de este país, ya que la derecha catalana ha sido algo más moderada que la española; estaba situado en la buena línea y creo que ha ido bien". Pero a continuación indicó que "la derecha catalana tiene la tentación de volver a sus viejos amores, y lo está anunciand muy claramente".

El dirigente socialista expresó su creencia de que "hay un pulso al Estado". Según Maragall, "hay un Estado fuera del Estado, que son unos sistemas de poder importantes que se han creado en este país, (poderes) económicos, informáticos, incluso de espionaje o información privada muy fuertes, que han estado presentes en la política de estos años en Barcelona y en Madrid".

"Estos han echado un pulso y, de momento, lo han ganado y esto es una mala noticia. Es una batalla, no es la uerra. La guerra, por supuesto, la perderán, pero, de momento, han ganado una batallita", afirmó el alcalde de Barcelona.

Sobre el caso de las escuchas del CESID, que ha provocado la salida de Serra de la vicepresidencia, Maragall aseguró que "vamos a tardar un poco en desmadejar esta madeja, pero, en cuanto lo hagamos, la figura de Narcis Serra va a quedar realzada".

Maragall añadió que Serra "tiene un potencial intacto para, si quiere, volver a la política" y recalcó que "ha sido el hombre que ás ha trabajado para cubrir al Reino y al país de involuciones sistémicas".