CRISIS DEL PSOE.- DE LOS PERITOS DE BARBERO A LA CARTA DE BENEGAS

MADRID
SERVIMEDIA

El informe elaborado por los peritos de Hacienda por encargo del juez instructor del "caso Filesa", Marino Barbero, y que relaciona a esta empresa con la financiación irregular del PSOE, precipitó en el seno del Partido Socialista una crisis que llevaba largo tiempo anunciada.

La difusión del informe pericial el pasado 22 marzo, que concluía que Filesa pagó facturas del PSOE, se produjo un día después de celebrarse la primera vuelta de las elecciones francesas, que confirmó el desastre socialista en el país vecino.

Estos hechos, supusieron el inicio de dos semanas de auténtico "calvario" para los socialistas y que, por ahora, concluyen con la reuníón de la ejecutiva celebrada hoy que acordó la constitución de un comité político de estrategia electoral presidido por Felipe Gnzález.

Cuando el informe de los peritos de Barbero ocupaba las primeras páginas de todos los periódicos, al día siguiente de hacerse público, el ministro del Interior, José Luis Corcuera, se reunió con los miembros del Grupo Parlamentario Socialista con el fin de calmar los ánimos y tranquilizar a sus compañeros de partido ante esas informaciones.

Sin embargo, tanto los ánimos del PP, que llamó "corrupto" al ministro José Borrell en el Congreso, como los de los estudiantes de la Universidad Autóoma, se encendieron tras conocer las relaciones de Filesa con el PSOE.

El jueves, día 25, un grupo de estudiantes abucheó a Felipe González durante una conferencia en la Universidad Autónoma, en la que el secretario general del PSOE anunció, por primera vez, que está dispuesto a dimitir si se demuestra que Filesa financió al PSOE y que exigiría responsabilidades políticas por ese caso.

Ese mismo día, y tan sólo unas horas después de la accidentada conferencia de González, Alfonso Guerra declarabaen León que el PSOE no tiene nada que ver con Filesa y negó cualquier tipo de corrupción en el Partido Socialista, estrategia seguida por los "guerristas".

Mientras se fueron sucediendo las declaraciones en uno y otro sentido por las diferentes tendencias en el seno del PSOE, hasta que el martes, día 30 de marzo, González acudió, por primera vez, a una reunión del grupo de Las Navas, cuyos integrantes le expusieron la necesidad de afrontar responsabilidades políticas por el "caso Filesa".

Esta ropuesta de los renovadores se concretaria más tarde con la petición de dimisión de algunos destacados guerristas, entre ellos José María Benegas, Francisco Fernández Marugán, Eduardo Martín Toval y Abel Caballero.

Aunque algunos medios de comunicación adelantaron que Benegas había presentado su dimisión a González tras los sucesos de la Universidad Autónoma, hasta el pasado lunes, día 5, la Oficina de Prensa del PSOE no confirmó esa noticia, difundiendo el texto íntegro de la carta en la que el "númeo tres" del PSOE ponía a disposición de la ejecutiva su cargo.

En la misiva, Benegas arremetía contra el sector renovador del partido diciendo que no puede admitir que su limpieza en la vida pública "sea puesta en tela de juicio por algunos miembros del Gobierno que se amparan en el anonimato o por renovadores de la nada".

Tras la difusión de la carta, los guerristas se pronunciaron en contra de aceptar la dimisión y defendieron la actitud del secretario de Organización, mientras que los renovadoes hicieron un llamamiento a la calma a la espera de la celebración de la reunión de la ejecutiva.

En este cónclave triunfó finalmente la tesis de los primeros, ya que tan sólo fue aceptada la dimisión de Guillermo Galeote, mientras que Benegas continuará como secretario de Organización del PSOE.

(SERVIMEDIA)
10 Abr 1993
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