Los técnicos de la caja catalana calculan que las crisis de bancos desde 1980, fecha en que se constituyó el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) para estas entidades, han tenido un coste de saneamiento de 494.820 millones de pesetas.

Si se suma a esa cantidad el coste de saneamiento de las crisis en cajas de ahorros, 23.375 millones de pesetas en el mismo tramo de tiempo, el coste total de saneamiento de entidades alcanzalos 518.195 millones de pesetas.

Según el citado informe, el importe de las intervenciones sobre bancos y cajas en crisis ha sido muy superior en estos 20 años, en torno a 1,444 billones de pesetas, pero las recuperaciones (931.445 millones de pesetas), es decir, dinero obtenido con la venta de la entidad en cuestión o los créditos morosos cobrados, entre otros conceptos, hacen que el coste total de saneamiento sea menor.

De todas las crisis bancarias registradas en España en los últimos 20 años,la más relevante y más cara fue la de Banesto, con un coste de saneamiento para el sistema financiero de 192.441 millones de pesetas.

El estudio de La Caixa señala que la intervención de Banesto, hoy perteneciente al Grupo BSCH, supuso una aportación de unos 780.000 millones de pesetas, de los que se recuperaron 587.559 millones.

La segunda intervención más grave del FGD para bancos fue la de Banca Catalana, cuyo importe ascendió a 167.000 millones, de los que se recuperaron 84.954 millones. Es dcir, que su coste de saneamiento fue de 83.027 millones de pesetas.

En el terreno de las cajas de ahorros, la crisis más grave, según el citado estudio, fue la de Caja de Ahorros de Plasencia. cuyo coste de intervención, 5.700 millones de pesetas, se trasladó íntegro al de saneamiento, puesto que no hubo recuperación alguna. Lo mismo ocurrió con la crisis de Unicaja, que situó su coste en 4.000 millones de pesetas, la segunda más cara de los últimos 20 años.

Los FGD creados en 1980, para los bancs, y en 1982 para las cajas y cooperativas de crédito, han jugado un papel esencial en estas crisis.

Estos fondos se financian mediante aportaciones de las propias entidades financieras en función de sus depósitos. Así, desde 1995 el nivel máximo de aportación estipulado es del 2 por mil de los depósitos a los que se extiende la garantía.

El año pasado, por ejemplo, los bancos aportaron un 1 por mil de sus depósitos a su fondo de garantía, 23.402 millones de pesetas, mientras que las cajas llevantres años consecutivos sin hacer aportaciones, dado que la salud financiera de su fondo, con recursos superiores al 1% de los depósitos del sector, les permite legalmente inhibirles de dichos pagos anuales.

Hasta finales de este año, la garantía de los FGD españoles era, según la ley, de 15.000 euros (2,5 millones de pesetas) por depositante, pero a partir del próximo 1 de enero dicha cantidad deberá elevarse a 20.000 euros, según establece la directiva comunitaria sobre sistemas de garantía de depósios.