Concretamente, el 40% de los viajeros rurales que se han visto afectados por la situación económica explica que este verano ha viajado menos días, el 36% ha elegido un alojamiento más económico, mientras que el 17% ha optado por un destino más cercano.

Además, el estudio, realizado a través de 2.200 entrevistas, revela que el gasto medio por viajero rural para un fin de semana alcanza los 165,8 euros frente a los 169,4 euros de 2007.

Este descenso repercute directamente en el gasto destinado a actividades complementarias (restauración, transporte, etc.), que ha alcanzado los 83,7 euros en 2008, frente a los 87,9 euros de 2007.

Sin embargo, la inversión destinada al alojamiento apenas ha variado respecto a 2007 (82,1 euros en 2008 frente a 81,5 euros el pasado año por persona y fin de semana).

De hecho, el precio se ha convertido en un factor decisivo a la hora de escoger un alojamiento rural. Así, mientras el pasado año se situaba en tercer lugar dentro de los aspectos esenciales a la hora de contratar un alojamiento rural, este año ocupa la segunda posición.

Además, el 55% de los viajeros rurales encuestados afirma que el turismo rural es caro, frente al 45% que considera que es barato.

En lo que respecta al perfil de este tipo de viajero, destaca que el 55% son mujeres, frente al 45% de hombres, con edades comprendidas entre los 25 y los 45 años.

En su inmensa mayoría son viajeros que provienen de grandes ciudades y buscan la tranquilidad y el contacto con la naturaleza. Lo que más valoran del turismo rural es el trato recibido por el propietario (98,6% lo considera bueno o muy bueno), la limpieza (95,9%) y el equipamiento (94%).

En cuanto a las épocas del año en que los turistas optan por realizar viajes de turismo rural, al igual que sucedía el pasado año, la inmensa mayoría afirma elegir esta modalidad de turismo para sus escapadas de fines de semana (78% frente al 81% en 2007), mientras que el 56% opta por el turismo rural para puentes (60% en 2007) y el 33% se decanta por el turismo rural para sus vacaciones de verano (un 3% menos que el pasado año).

Finalmente, el 87% de los no viajeros rurales afirma que se plantea ir de turismo rural en el futuro, lo que supone un incremento de 4 puntos porcentuales respecto a 2007 (83%).