Según indicaron a Servimedia fuentes cercanas a la investigación, el problema de este caso y otros similares e que cuando no se resuelve la identidad del asesino de inmediato, los casos se enquistan y son más difíciles de aclarar.

Aunque en las horas inmediatamente posteriores al hallazgo del cadáver todo indicaba que el caso se iba a resolver pronto y que los investigadores se movían en un cerco muy estrecho en torno al posible asesino, cinco días después no hay ninguna hipótesis consistente en la que basar la investigación, según las mismas fuentes.

La hipótesis de un solo hombre que sentía por la víctma algún tipo de atracción (móvil pasional) y que la asesinó por vergüenza y miedo a ser delatado tras intentar conseguir de ella favores, podría estar en interrogante, para dar paso a otras conjeturas como que el asesino se la llevó bajo amenazas en el coche, que no le conocía y que no se fue con él por voluntad propia.

De acuerdo con las mismas fuentes, la mayor incógnita que envuelve el caso son las horas que transcurrieron desde que la joven fue vista por última vez y la hora exacta de su muerte, ncógnita que aún no ha sido aclarada por los investigadores, que se amparan en el secreto de sumario decretado por el juez que instruye el caso.

Según las mismas fuentes, los investigadores se debaten entre dos retratos del presunto asesino: un joven de la edad de la joven asesinada y de su círculo de amigos o una persona de mediana edad cercano a la familia.

La lluvia que cayó ininterrumpidamente en Madrid la noche del crimen es otro de los obstáculos con los que han topado los agentes de la Guadia Civil que investigan el caso. El agua de lluvia limpió el cadáver de la joven, por lo que se hace más difícil encontrar restos o huellas de su asesino.

En la cuneta de la carretera en construcción que une Belvis del Jarama con Cobeña a seis kilómetros de Algete, donde apareció el cadáver, la lluvia también ha desdibujado las huellas de las rodadas del coche con el que supuestamente llegaron hasta allí la joven muerta y su asesino.

MUERTES EN DESCAMPADOS

Algunos empiezan a comparar este casocon otros dos ocurridos en los últimos meses y años en Madrid que aún están sin resolver. Uno de ellos es el de Beatriz Agredano, la joven intérprete de inglés cuyo cadáver semidesnudo apareció hace seis meses en un descampado de Vicálvaro. La joven fue vista por última vez horas antes de su muerte por unas amigas que la dejaron de camino a su casa en una estación de tren de cercanías. En un primer momento todo apuntaba a que la joven había sido asesinada por algún conocido, pero el caso aún está sin resoler.

La muerte en extrañas circunstancias de la joven Susana Ruiz (su padre mantiene que fue asesinada y así lo corrobora uno de los informes forense) también ha vuelto a la memoria con el asesinato de Eva Blanco. Susana Ruiz también apareció muerta en un descampado días después de ser vista por última vez por amigos de su edad con los que había estado en una fiesta.