"España es alguno de los pocos países de la Unión Europea que está exenta de influenza aviar", recalcó Martín. Entre septiembre y noviembre, después de las desafortunadas declaraciones de responsables de la Organización Mundial de la Salud sobre el peligro de contagio a humanos, las ventas de carne de pollo llegaron a descender un 15%, según Propollo.

Sólo en diciembre se normalizaron las ventas, explicó Martín, pero ahora el temor a una nueva psicosis es ya una realidad en el sector.

Propollo asegura que los avicultores españoles y europeos están pagando las consecuencias de "una tormenta" desatada por los medios de comunicación, "cuando el tema está en Asia".