EL CRECIMIENTO DE LA PRODUCTIVIDAD FRENÓ EN SECO EN ESPAÑA A PARTIR DE 1996, COINCIDIENDO CON LA LLEGADA DEL PP AL PODER
- De un crecimiento medio anual del 3,4% en los años 80 y primeros 90 (etapa del PSOE) pasó al 0,8% a partir de 1996
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El crecimiento de la productividad en España pegó un fuerte frenazo a partir de 1996 y pasó de un crecimiento medio anual del 3,4% en los años 80 y primeros 90 a sólo un 0,8% a partir de la llegada del PP al poder, según los datos hechos públicos hoy por el Banco de España en su boletín referido a 2004.
"La productividad del trabajo se ha desacelerado a partir de la segunda mitad de los años noventa, habiéndose registrado en la economía de mercado un crecimiento medio anual del 3,4% entre 1980 y 1995, y del 0,8% entre 1996 y 2002", afirma con rotundidad el Banco de España.
Los datos del organismo emisor ponen de manifiesto que la productividad tuvo un mejor comportamiento durante los gobiernos socialistas y cayó picado con la llegada del PP al poder, a pesar de que la economía, en general, se comportó mejor con los populares.
Esta desaceleración de la productividad ha sido "un fenómeno generalizado" en todas las áreas de actividad. El crecimiento en la industria pasó del 3,4% al 0,8%, en el sector servicios del 2% al 0,4%, y en la construcción del 2,7% a un crecimiento nulo, siempre al comparar los periodos 1980-1995 y 1996-2002.
Para el Banco de España, la culpa de este frenazo en la productividad está en "una intensa reducción en el crecimiento del progreso tecnológico", además del fuerte aumento del empleo, aunque esta segunda causa tuvo menor peso.
De hecho, el estudio alerta de que, en contra de lo que se venía afirmando, la caída de la productividad no se debe sólo a la intensa creación de empleo de los últimos 8 años, sino que tiene que ver con cuestiones estructurales.
En este sentido, el Banco de España pide reformas que incrementen la productividad y el empleo al mismo tiempo, tales como "la acumulación de capital humano, la inversión en I+D, el incremento de la competencia en bienes y servicios, y la racionalización de la protección al desempleo".
Es decir, sería necesaria más inversión en investigación, más competencia en los mercados y rebajar la cobertura de paro para desincentivar a quienes quieren optar por cobrar una prestación en lugar de apostar por un empleo.
Además, se insiste en que sería preciso reducir los problemas, trabas y papeleos de las empresas para apostar por las nuevas tecnologías.
(SERVIMEDIA)
10 Jun 2005
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