El texto de esa intervención ha sido reproducido íntegramente en el último Boletín Económico del Banco de España, con la presumible finalidad de deshacer los equívocos creados en la citada comparecencia parlamentaria.

El equívoco surgió al manifestar Rubio que el crecimiento del PIB en 1991 sería del 2,5 por ciento, cuatro décimas menosde lo previsto por el ministro de Economía, Carlos Solchaga.

El propio Mariano Rubio reconoció hace unos días ante los periodistas que el texto de su intervención, elaborado por el Servicio de Estudios del Banco de España, hablaba de un crecimiento del PIB para este año de entre el 2,5 y el 3 por cien, pero que él lo dejó en el 2,5 para no dar una "sensación de triunfalismo".

Efectivamente, el texto de su discurso afirma: "Si los salarios por persona en 1991 aumentasen, en línea con las orientacines de la política económica, alrededor del 6,5 por ciento, una vez incorporados todos los efectos de las derivas salariales, el crecimiento del PIB podría llegar a situarse, en 1991, entre el 2,5 y el 3 por ciento".

Sin embargo, Rubio, según la transcripción taquígráfica de su intervención en el Congreso, señaló: "Si adoptamos una previsión sobre el resultado de estas negociaciones colectivas, relativamente optimistas, en el sentido de unos aumentos de los costes laborales podríamos decir razonables,pensamos que el crecimiento del Producto Interior Bruto en España en 1991 será del dos y medio".

El gobernador añadió que, aunque "hace unas semanas pensamos que podría ser algo mayor", se hacía necesario corregir las estimaciones a la baja por los acontecimientos del Golfo, la desaceleración de la economía internacional y la dificultad de que "los aumentos de costes laborales estén por debajo de unos ciertos niveles".

Precisó, no obstante, que "con las incertidumbres actuales, tanto producidas pr el contexto internacional como por hechos interiores, no tendría mucho sentido discutir décima arriba o décima abajo qué es lo que va a ocurrir con la actividad económica o qué es lo que va a ocurrir con el Producto Interior Bruto".

En relación a estas consideraciones, que no figuran en el texto del discurso reproducido en el Boletín Económico, Rubio manifestó posteriormente que fueron malinterpretadas.

Asimismo, restó importancia a la diferencias de décimas en las previsiones macroeconómicas yaseguró que, dadas las limitaciones de las estadísticas españolas, probablemente ni siquiera dentro de varios años podremos estar seguros de si la economía creció un 2,5 o un 2,9 por cien.