EL CRECIMIENTO DEL NACIONALISMO RADICAL, PRINCIPAL OBSTACULO PARA QUE FRAG RENUEVE SU MAYORIA ABSOLUTA EN GALICIA EN EL 93

SANTIAGO DE COMPOSTELA
SERVIMEDIA

El crecimiento del nacionalismo radical que encarna el Bloque Nacionalista Galego (BNG), que podría al menos multiplicar por 2 sus 5 escaños actuales, según la mayoría de los sondeos, se presenta como el principal obstáculo para que el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, renueve la mayoría absoluta en 1993.

Fraga ha buscado como aliado una nueva Ley Electoral que sube del 3 al 5 por ciento l porcentaje mínimo de votos necesarios para estar en el Parlamento, pero la medida, que el PSOE definió en su día como "un golpe de Estado para perpetuarse en el poder", sólo logrará previsiblemente acabar con la representación del nacionalismo moderado y diseñar un Parlamento a tres bandas, en vez de las cinco actuales.

El 17 de octubre de 1993 es la fecha previsiblemente elegida por el presidente del Ejecutivo gallego para presentarse a la reválida e intentar repetir su triunfo electoral de las autnómicas de 1989, cuando obtuvo una ajustada mayoría absoluta de 38 sobre un total de 75 escaños.

La fecha podría variar en función de la fijada para las elecciones generales, pues Fraga se ha mostrado favorable a buscar la coincidencia para ahorrar fondos.

En todo caso, a las autonómicas del 93 el líder gallego concurre con la nueva Ley Electoral que beneficia a la formación mayoritaria y que podría dejar fuera del Parlamento autonómico a algunas de las fuerzas nacionalistas presentes ahora.

Otra novedad de esta ley es la inelegibilidad de alcaldes y presidentes de diputaciones, lo que se ha interpretado desde todos los partidos de la oposición como una jugada para impedir el tirón electoral de los "barones" del PSOE y un movimiento de defensa de quienes están en el actual Ejecutivo y aspiran a la sucesión de Fraga o incluso a sustituirle ante una hipotética retirada de éste antes de concluir la legislatura.

En este caso, el presidente de la Diputación de Lugo, Francisco Cacharro, quedarí virtualmente "fuera de juego", a menos que dimita de su puesto y busque escaño en el Parlamento regional, requisito indispensable para ser presidente de la Xunta.

ALTERNATIVA

Por su parte, el líder del PSOE en Galicia, Antolín Sánchez Presedo, lucha por presentarse como alternativa propia e independiente y rechaza cualquier posibilidad de pacto con el Bloque Nacionalista Galego (BNG). Sin embargo, ya se brindó para suscribir acuerdos destinados a descabalgar a Fraga si no obtiene mayoría absoluta. El optimismo o casi euforia que vive el PP da pie para pensar que podrá seguir creciendo en el 93, como el PSOE y, en mayor medida, el radical BNG, que quiere utilizar el sistema para aspirar luego a la independencia de Galicia.

Entre las tres fuerzas podrían repartirse los cuatro escaños del nacionalismo moderado, dos de Coalición Galega (CG) y dos del Partido Socialista Galego-Esquerda Galega (PSG-EG).

La Xunta ha sacado renta preelectoral de grandes proyectos que financia el Estado, como ls autovías o las operaciones de telefonía, electrificación rural o gasificación.

La campaña se prevé caliente y el BNG prometió "quemar" a Fraga en seis meses, tras las elecciones del 89. El portavoz nacionalista, José Manuel Beiras, en varias ocasiones ha mantenido una intensa guerra dialéctica con Fraga, que éste rebate con argumentos demoledores sobre los problemas personales de Beiras.

(SERVIMEDIA)
31 Dic 1992
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