La produción bruta en pesetas corrientes (sin descontar inflación) alcanzó los 9,169 billones de pesetas, con un crecimiento en valores corrientes del 2,8% y en términos físicos del 0,92%, lo que supone una disminución de la cifra de negocio en pesetas constantes de un 0,14%.

Hasta octubre de 1999 -últimos datos disponibles-, el consumo interno de alimentos creció un 0,9% en volumen y un 1,5% en valor, registrando el consumo en hogares un incremento del 0,26% en cantidad y 1,46% en valor, mientras que el de lahostelería, restauración y "catering" experimentó un alza del 2,9% en cantidad y del 1,66% en valor.

Las variaciones en el consumo han sido muy diferentes según los productos. Al igual que en 1998, durante el pasado ejercicio fueron las bebidas no alcohólicas (especialmente las aguas), los derivados lácteos y los zumos los sectores cuyas demandas internas en volumen han crecido más del 5%. Los derivados de la pesca, los vinos de calidad, las bebidas refrescantes, la bollería, la pastelería, las gallets y los derivados vegetales crecieron por encima de un 2% en volumen.

Por el contrario, se registraron descensos en volumen inferiores al 4% en carne y productos cárnicos, aceites de semillas y vinos de mesa. Las disminuciones mayores correspondieron al aceite de oliva y las bebidas espirituosas. Por su parte, el pan, las pastas, los dulces, los platos preparados y la leche líquida permanecieron estables.

En cuanto al comercio exterior, se produjo una ligera mejoría del índice de cobertura, que s situó en un 98% en octubre, con una mejora de dos puntos en el ejercicio. Dicha mejoría fue posible no porque las exportaciones hayan crecido de forma importante (sólo lo hicieron en un 4,7%), sino por la fuerte contención de las importaciones, que tan sólo crecieron en un 2,9%.

EURO

En cuanto a las previsiones para el 2000, los directivos de FIAB indicaron que son más optimistas. Se espera un lento crecimiento tanto de la demanda interna como de las exportaciones, estas últimas favorecidas por la epreciación del euro, efecto que no se estima sea permanente y que habrá desaparecido a finales de año.

En cuanto a las mayores preocupaciones del sector, destacan las relaciones conflictivas existentes en el sector de distribución; la falta de tamaño para poder defenderse de la competencia creciente; la intervención administrativa en la disponibilidad de materias primas cada día más intensa, y la creciente pérdida de confianza del consumidor en las instituciones que garantizan la seguridad alimentari.

En rueda de prensa, el presidente de la federación, Arturo Gil, expresó su satisfacción por estos resultados y mencionó como único dato negativo en la economía española la desviación de la inflación.

Asimismo, dijo que hay perspectivas razonables en cuanto a inversión y confió en que los partidos políticos apoyen iniciativas para cuidar los mercados.