Este organismo constata que el consumo privado sigue manteniendo una gran fortaleza, aunque se ha esacelerado en cierta medida. Sin embargo, este elemento puede verse afectado a medio plazo por las subidas de tipos de interés realizadas en los últimos meses por el Banco Central Europeo (BCE).

El elevado crecimiento del consumo privado, que en 1999 fue superior incluso al del Producto Interior Bruto (PIB), tuvo como contrapartida negativa el fomento de las tensiones inflacionistas, aunque éstas han sido propiciadas sobre todo por factores coyunturales como la subida del petróleo.

Respecto a la perspectivas del consumo para este año, el CES observa muestras de que seguirá experimentando un crecimiento importante, de forma que incluso podría superarse la ralentización mostrada desde el segundo trimestre de 1999.

Este organismo cita indicadores referidos a la confianza de los consumidores, las ventas de los comercios o las matriculaciones de turismos para avalar esta teoría.