Mientras los criadores almonteños denunciaron la muerte de esos caballos, la Junta de Andalucía descartó la posibilidad de que la causa fuese un rebrote de la peste equina.

Ante esa determinación oficial, los ganaderos manifestaron su malestar y acusaron a la Junta de "pasividad y dejadez".

Hoy continuaba e análisis de las vísceras de algunos de los potros muertos estos últimos días y, por tanto, no se conocía el motivo de los fallecimientos.

Las marismas almonteñas reúnen las condiciones favorables para el habitat del mosquito culicoíde, principal transmisor del virus de la peste equina.

En esa misma zona brotó, hace algunos años, la enfermedad, que se extendió a otras provincias, lo que provocó la muerte de numeroso equidos.

El presidente de la asociación de ganaderos de Almonte, Francisco Cronel, cifró en casi medio centenar el número de caballos muertos durante los meses de verano, mientras que la dirección del parque natural y portavoces de la Junta de Andalucía dijeron que eran "muy pocos" los casos registrados.