Algunos científicos destacan que la manipulación genética en animales podría ayudar a entender mejor el desarrollo del cerebro humano, mientras que otros critican el experimento.

Investigadores de la Universidad de Evanston, en Northwestern (Gran Bretaña), descubrieron que al alterar la producción de un factor clave del crecimiento en el cerebro mejoraba la capacidad de los animales de encontrar la salida en un complicado laberinto utilizado en el experimento.

De esta manera, ls científicos crearon "ratones inteligentes" a través de la manipulación del gen llamado GAP-43, que controla la producción de la proteína que estimula el crecimiento de células nerviosas en el cerebro. Esta manipulación produce excesos de factores de crecimiento en el cerebro y estimula la creación de conexiones entre las células nerviosas.