Otero hizo estas manifestaciones durante el acto de entrega del premio de los colegios de aparejadores a la mejor actuación en seguridad y salud laboral en la construcción, que recayó en la empresa Krupp Ibérica S.A., por su sistema de proteccin de zanjas.

A su juicio, la principal causa de siniestralidad en el sector son sus defectos estructurales, entre los que citó el deterioro de la formación profesional de los trabajadores, los ritmos de trabajo inadecuados, las "subcontrataciones en cascada" y el mal estado de la maquinaria como consecuencia de su antigüedad.

Otero acusó a los ayuntamientos de estar concendiendo licencias de construcción a compañías que carecen de un plan de seguridad y dijo que también algunos ministerios, entrelos que citó a Sanidad y Educación, adjudican obras a empresas que no cumplen la normativa en esta materia.

Para evitar esta situación, pidió a la Administración que exija la presentación de un plan de seguridad para todas las obras, a lo que ahora sólo están obligadas aquellas cuyo presupuesto supere los 100 millones de pesetas. "El 80 por ciento de los que se matan trabajan en obras de menos de 100 millones", afirmó Otero.

LA DEMAGOGIA DE LOS MUERTOS

Sin embargo, se mostró contrario a la fisclización de la seguridad en el trabajo a través de un mayor número de delegados sindicales, por entender que conduce a la creación de una infraestructura "costosa y no efectiva" que, además, se presta a "hacer demagogia del muerto que cae".

A su juicio, la solución no reside en aumentar los delegados de seguridad sino en la información y formación preventiva, y apuntó como dato que más del 70 por ciento de los accidentes de la construcción se producen los lunes o después de las comidas.

"Hay que oncienciar a los trabajadores para que no se suban al andamio después de haber tomado dos copas, que se pongan el casco, o que aten el andamio a la fachada sobre la que están trabajando. Una persona bien formada difícilmente tiene un accidente", añadió.