Costa, quien dijo que en el supuesto de que se barajara esta medida tampoco se anunciaría para no perjudicar a las ventas inmediatas, aseguró que "la realidad es que no se va a modificar el impuesto de matriculación en 1997".

El responsable de Hacienda indicó, no obstante, que esta rebaja podría abordarse en los años siguientes, y se mostró partidario de que no sea una disminución del impuesto lineal, sino diferenciando por cilindradas y tipos de carburantes.

En este sentido, dijo que la va elegida por el anterior Gobierno, que rebajó a principios de este año en 5 puntos (del 12% al 7%) el impuesto de matriculación para los vehículos de gasolina de hasta 1.600 centímetros cúbicos ó 2.000 centímetros cúbicos en los diesel, es la adecuada.

El responsable de Hacienda también descartó la posibilidad de que el próximo año se pongan en marcha nuevos planes Renove para los coches. El Gobierno sólo tiene previsto en 1997 un nuevo Renove para los vehículos industriales, a cuyo plan destinará un partida de 3.000 millones de pesetas.

La negativa del Gobierno de Aznar a rebajar el impuesto de matriculación crea un gran malestar en el sector del automóvil, que ha pedido insistentemente al Ejecutivo que cumpla el compromiso que adquirió antes de las elecciones de que reduciría este impuesto.

Los fabricantes, los concesionarios y el conjunto del sector se queja permanentemente de que la elevada fiscalidad que tiene que soportar el automóvil en España, por encima de la de los países de nuestr entorno, está perjudicando a las ventas de coches en nuestro país.

El Gobierno, por su parte, se escuda en el déficit público para justificar su negativa a reducir este impuesto. En 1995, último ejercicio cerrado, el Estado recaudó un total de 121.030 millones de pesetas a través del impuesto de matriculación, 5.570 millones menos que el año anterior.