El plan LACE fue uno de los proyectos auspiciados por el anterior secretario general de Comunicaciones, José Luis Martín Palacín, y tenía un presupuesto inicial para su puesta en marcha de 7.500 millones de pestas.

Su entrada en servicio fue aplazada sucesivamente a lo largo de 1990, ante la tardanza de la Intervención Delegada de Hacienda en dar el visto bueno al pliego de condiciones que le remitió Correos en marzo de ese año.

La nueva secretaria general de Comunicaciones, Elena Salgado, que antes ocupaba un puesto en la Secretaría de Estado de Hacienda, ha decidido tomarse tiempo para analizar la rentabilidad de este plan antes de tomar una decisión.

De acuerdo con el proyecto ahora paralizado,el plan LACE iba a disponer de siete aviones nocturnos que, en una primera fase, repartirían el 90 por ciento de las cartas y tarjetas postales, equivalentes a unas 90 toneladas de efectos. En una segunda fase, pendiente de la ampliación de horarios en algunos aeropuertos, el correo aéreo nocturno abarcaría toda la península.

Con el reparto aéreo, la anterior dirección de Correos esperaba situar el tiempo normal de entrega de una carta en un día, salvo los retrasos que puedan originar las inclemenciasmeteorológicas u otros imponderables. Actualmente, un servicio semejante, realizado por medio del tren TER, tarda 48 horas.

Estaba previsto que el correo aéreo tuviese siete vuelos diarios, en trayectos de ida y vuelta a Madrid, desde Oviedo (con escala en Santiago de Compostela), Vitoria, Barcelona, Palma de Mallorca (con escala en Valencia), Alicante, Málaga (con escala en Granada) y Sevilla.

Previamente, cada una de estas capitales de provincia habría centralizado el correo transportado por caretera desde las provincias incluidas en su demarcación. Los aviones despegarían todos los días a las diez y media de la noche desde las siete cabeceras y llegarían una hora después a Madrid.