Ante la repercusión que ha tenido la actitud del ex ministro, Corcuera argumentó: "Yo he sido un seguidor oda mi vida del Athletic de Bilbao y es cierto que de siempre, cuando iba en cuadrilla, a la hora del bocadillo algún amigo solía llevar la bota. Lo siento muchísimo que haya ocurrido. No tengo nada más que decir".

Corcuera negó igualmente que en el campo los responsables de seguridad le pidieran que entregara nada, tal y como informaba ayer "El País". "Nadie en el campo me ha solicitado que entregue nada, mi escolta no ha intervenido para nada...es algo que me ha llamado la atención, pero, en fín... amás he hecho mención a mi condición de ex ministro. Jamás ha sido mi costumbre, ni antes cuando lo era y mucho menos ahora que no lo soy", apostilló.

No obstante, admitió que en el descanso se le acercó una persona para decirle que eso no estaba permitido y entonces, según su relato, dejó la bota junto los asientos y "se terminó". El ex ministro insistió en que no hubo ningún requerimiento ni intervino su escolta ni nadie.

Corcuera concluyó: "La bota era mía, no la lleve yo al campo pero era mía Sé lo de la prohibición del alcohol en el campo, pero no le he dado esa consideración al vino, y sobre todo al vino de la bota, pero ya he dicho que lo siento muchísimo", subrayó.