Utilizando la técnica de la ecocardiografía doppler, Barba ha conseguido ver el corazón en movimiento y estudiar la dinámica de su flujo sanguíneo.

El doctor Barba, que participa en un Simposio Internacional de Medicina Deportiva y Olímpica en Navarra, ha llegado a la conclusión de que el grado de hipertrofia del corazón de los atletas es diferente según el deporte que practiquen y la intensidad del entrenamiento programado.

"Los ciclistas de élite y los orredores de maratón", afirmó Barba, "disponen de un corazón con mayor capacidad de bombear litros de sangre por minuto que la que tienen, por ejemplo, los futbolistas o los esquiadores".

Además, los ciclistas pueden rendir más y recuperar mejor ya que, según el cardiólogo, poseen un mecanismo de relajación del corazón superior al normal, que sólo se consigue potenciar gracias a un entrenamiento programado e intenso.

Los estudios realizados por Barba demuestran también que la contribución de la cntracción auricular es menor en el ciclista profesional, de forma que puede constituir un mecanismo de reserva adicional cuando hay que realizar un esfuerzo máximo en el ejercicio.