Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el doctor Joaquín Barba, director del laboratorio de Ecocardiografía de la Clínica Universitaria de Navarra, en un estudio comparativo entre ciclistas y otros deportistas profesionales, que fue presentado en el Simposio Internacional de Medicina Deportiva y Olímpica celebrado recientementeen la Universidad de Navarra.

La investigación fue realizada en la Clínica Universitaria de Navarra mediante la técnica de ecocardiografía doppler, un método que permite observar los cambios que se producen en el músculo cardiaco.

Con este sistema se puede visualizar el corazón en movimiento e incluso, gracias a la combinación de imágenes con efecto doppler, es posible estudiar la dinámica del flujo sanguíneo en el interior de las cámaras cardiacas.

Según el estudio del doctor Barba, el grad de hipertrofía del corazón de los atletas es diferente según el deporte que practiquen y la intensidad del entrenamiento que tengan programado.

Así, por ejemplo, los ciclistas de élite y los corredores de maratón disponen de un corazón con mayor capacidad de bombear más litros de sangre por minuto si se compara con otros deportistas, como los futbolistas o los esquiadores.

Asimismo, pueden rendir más y recuperarse mejor debido a que disponen de un mecanismo de relajación del corazón superior al ormal. Estos aspectos sólo se consiguen potenciar gracias a un entrenamiento programado e intenso, teniendo en cuenta las características físicas del atleta, como su peso o talla.

El informe también pone de manifiesto que la contribución de la contracción auricular es menor en el ciclista profesional, de manera que puede constituir un mecanismo de reserva adicional a la hora de realizar un ejercicio máximo.

Durante el ejercicio en personas normales, aumenta progresivamente la contribución de la arícula al llenado sanguíneo del corazón. Sin embargo, en los ciclistas profesionales existe un aumento de tamaño auricular que permite bombear más volumen de sangre en menos tiempo.