Los portavoces de esta organizació afirman que "los señores Covarrubias y Orozco, alcaldes de las ciudades de Guadalajara y Zapopán, donde debía desarrollarse el encuentro, amenazaron con clausurar el hotel que albergase al congreso".

Las mismas fuentes aseguran que los alcaldes negaron protección policial a los asistentes frente a las bandas de extrema derecha que operan en la zona y aseguraron que detendrían a los congresistas bajo la acusación de "conducta inmoral".

La ILGA asegura que nunca tuvo problemas en sus anteriores cogresos, que se celebraron en las ciudades de Nueva York, Amsterdam, Viena, Bolonia, Atenas, Oslo, Estocolmo y, en dos ocasiones, en Barcelona.

En un manifiesto difundido hoy, la coordinadora española señala que el presidente del estado de Jalisco, al que pertenecen Guadalajara y Zapopán, cedió a la negativa municipal, y que el presidente de la República, Salinas de Gortari, tampoco quiso garantizar la libertad de reunión para los homosexuales.

Actualmente, la ILGA reúne a más de 200 organizacione de gays y lesbianas de los cinco continentes, y en sus trece años de existencia ha conseguido el estatus de observadora en varias instituciones parlamentarias europeas.

La Coordinadora Gay-Lesbiana del Estado Español ha lanzado un llamamiento de solidaridad con los homosexuales de México y ha promovido una campaña de envío de cartas y telegramas a la embajada y los consulados mexicanos a través de entidades cívicas, partidos políticos y el Ministerio de Asuntos Exteriores.

También ha ofrecido laciudad de Barcelona como sede de la XV Conferencia Anual de la ILGA, en el verano de 1993, cuya designación se ratificará en el congreso del año próximo, en París, ya que no ha podido hacerse en México, como era preceptivo.